DOHA.- El secretario de Estado
estadounidense, Rex Tillerson, logró este martes en Doha un acuerdo
sobre la lucha contra la financiación del "terrorismo", en momentos en
que el país es objeto de bloqueo y aislamiento por parte de sus vecinos
por su supuesto apoyo a grupo extremistas.
Tillerson había
iniciado el lunes en Kuwait un gira por el Golfo para hallar una
solución a esta crisis entre Qatar y sus vecinos, entre ellos la
poderosa Arabia Saudí, la más grave que haya registrado el Consejo de
Cooperación del Golfo (CCG) desde su creación, en 1981.
Arabia
Saudí, Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto (que no es miembro del
CCG) rompieron relaciones con Qatar el 5 de junio y le impusieron
sanciones económicas.
Estos países reclaman que Doha cese lo que llaman su política de apoyo "al terrorismo" y su acercamiento con Irán.
Qatar niega las acusaciones y rechaza la totalidad de las demandas, estimando que violan su soberanía.
Durante
la visita a Doha de Tillerson, Qatar y Estados Unidos firmaron un
memorando de acuerdo sobre la lucha contra la financiación del
"terrorismo".
"Hoy Qatar es el primer país que firma con Estados
Unidos un programa de lucha contra la financiación del terrorismo",
declaró el ministro de Exteriores qatarí, el jeque Mohamed ben
Abderrahman al Thani.
"Invitamos a todos los países que nos imponen un bloqueo a sumarse" al acuerdo, añadió en una rueda de prensa con Tillerson.
Tillerson precisó que el
acuerdo tiene como objetivo "erradicar de la tierra el terrorismo", una
decisión tomada durante una cumbre que reunió a finales de mayo en Riad a
medio centenar de dirigentes musulmanes junto al presidente de Estados
Unidos, Donald Trump.
El acuerdo de Doha es un primer paso en la difícil misión de Estados Unidos de poner fin a la crisis del Golfo.
Arabia
Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto impusieron a Qatar el 22
de junio una lista de 13 exigencias, entre ellas el cierre de la
televisión Al Jazeera y una base militar turca y la revisión de sus
relaciones con Teherán, para normalizar relaciones con Doha.
Al margen de esta crisis, para la
delegación de Tillerson el objetivo primordial de Washington es hacer
que se agoten las fuentes de financiamiento de los grupos extremistas
para consolidar las victorias frente al grupo Estado Islámico (EI) en
Irak y en Siria e impedir los ataques "terroristas".
La base de Al Udeid, en Qatar, utilizada por Estados Unidos, es un elemento clave en la lucha de Washington contra el grupo EI.
La
víspera de la llegada de Tillerson a Doha, el tono volvió a subir entre Qatar y sus adversarios por una serie de documentos con el sello "top
secret" divulgados por el canal CNN.
Estos documentos conciernen a
los acuerdos de 2013 y de 2014 sobre los compromisos tomados por los
dirigentes del Golfo en materia de lucha contra "el terrorismo" y la
prevención de actos de desestabilización en la región.
Los
firmantes se comprometen a cesar su apoyo a los Hermanos Musulmanes, a
no interferir en los asuntos internos de sus vecinos, a no apoyar a las
partes en Yemen que puedan perjudicar a los países del Golfo, a regular
sus medios y a no naturalizar a los opositores de los países vecinos.
Pero
uno de los documentos subraya que no se puede tomar medidas de
retorsión contra uno de los firmantes sin discusiones previas con el
interesado.
Es por ello que el jeque Saif ben Ahmed al Thani,
responsable de la oficina de información del Gobierno de Doha, afirmó
que las medidas tomadas contra su país constituyen "una violación
flagrante de los acuerdos de Riad", donde se firmaron esos documentos.
Las
13 reivindicaciones, en particular el cierre de Al Jazeera, "no tienen
nada que ver con los acuerdos de Riad", subrayó a CNN.
Por el
contrario, los adversarios de Qatar recalcaron en un comunicado
publicado tarde el lunes que esos documentos prueban que Doha "falló en
sus compromisos" de 2013 y 2014.