TEHERÁN.- Un estadounidense acusado
de "infiltración" fue condenado a 10 años de cárcel en Irán, anunció el
domingo la justicia de ese país, en un contexto de crispación entre
Teherán y Washington.
El portavoz de la justicia iraní,
Gholamhossein Mohseni-Ejeie, no precisó la identidad del estadounidense
ni la fecha de su arresto, ni tampoco aportó detalles sobre esta "misión
de infiltración".
Según la agencia Mizanonline, que depende de
la autoridad judicial, la persona detenida se llama Xiyue Wang y posee
la nacionalidad estadounidense y la china, pues nació en Pekín.
"Aportaba informaciones desde el terreno en forma de
artículos públicos, confidenciales y muy confidenciales al equipo de
investigación del departamento de Estado estadounidense", según esta
agencia, que publicó su fotografía.
Según la agencia, trabajaba
también con varios centros de investigación, como "la escuela Kennedy de
la Universidad de Harvard", "el Centro de Estudios sobre Irán y el
Golfo Pérsico de Sharim y Bijan Mossavar-Rahmani" y "el Centro de
Estudios Iraníes de la Universidad de Tel Aviv (...) para identificar
temas con el fin de un derrocamiento suave" del régimen iraní.
"Este
espía estadounidense tenía por misión recabar informaciones y
documentos secretos" sobre Irán, añadió la agencia, que afirmó que el
individuo fue detenido el 8 de agosto de 2016.
"Un estadounidense
(...) fue identificado y detenido por los servicios de inteligencia",
declaró por su parte Mohseni-Ejeie en una rueda de prensa retransmitida
por la televisión.
"El individuo estaba dirigido directamente por
los estadounidenses" en su misión, subrayó, precisando que el acusado
había apelado su condena.
Estados Unidos pidió la "liberación
inmediata" de todos los estadounidenses "injustamente detenidos" por la
República islámica, indicó el domingo un responsable del
departamento de Estado.
"El régimen
iraní continúa con la detención de ciudadanos estadounidenses y de otras
nacionalidades sobre la base de cargos inventados en materia de
seguridad nacional", dijo el funcionario.
Dos ciudadanos iraníes
que también tienen la nacionalidad estadounidense, el empresario Siamak
Namazi y su padre Mohamad Bagher Namazi, fueron condenados en octubre de
2016 junto a otras cuatro personas a diez años de prisión por
"espionaje" a favor de Estados Unidos.
Washington ha pedido en varias ocasiones la liberación inmediata de esos dos hombres.
Estados
Unidos también pide a Irán su cooperación en el caso de Robert
Levinson, un ex agente del FBI desaparecido en Irán desde 2007.
En
enero de 2016 cuatro iraníes-estadounidenses, entre ellos el periodista
del Washington Post Jason Rezaian, acusado de espionaje, y el ex Marine
Amir Hekmati, fueron liberados y cambiados contra siete iraníes con
causas en Estados Unidos. Un quinto estadounidense fue liberado en
paralelo pero fuera de este intercambio.
Irán y Estados Unidos no
tienen relaciones diplomáticas desde 1980 y sus relaciones se
complicaron más con la llegada al poder del presidente Donald Trump que,
ante el Congreso, adoptó una posición hostil hacia la República
Islámica y llamó a Arabia Saudita a "aislar" a su rival chiita,
considerando a Teherán como una "amenaza" regional.
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